jueves, 5 de noviembre de 2009

La noche decidió vivir una vez más.

Aquella noche, estaba todo adornado con grandes carteles. Pancartas. Luces, millones luces. Aquella noche todo el mundo estaba de fiesta, más de lo normal. Parecía una revolución. Pero merecía la pena por aquella noche, una noche como aquella. Aquella noche, era la última y la primera. Aquella noche se parecía a Nochevieja. Pero no lo era. ¿Entonces, que ocurría aquel día? Pues en esa madrugada etílica, hubo tiempo para cambiar pequeñas historias intrascendentes, pero importantes.
Se podía decir que tenía los ojos enrojecidos por el humo, cansados, pero no callados. Hablaban, hablaban mucho, como de costumbre. Hablaban de canciones y de quizás demasiado vozcka. Tenía dibujada una sonrisa extraña, casi perfecta, que denotaba una mezcla agridulce de no sabía exactamente qué. No lo podía describir, pero sabía con total seguridad lo que significaba.
- Cambiar pequeñas cosas. Ésa es la clave.
- Hoy se puede - rió, conteniendo la carcajada. Estaba más que borracho y le costaba mantener el equilibrio. Pero a la hora de hablar, lo disimulaba muy bien.
- ¿Cómo? Yo no tengo una máquina del tiempo - preguntó, con intriga en la voz.
- Yo sí. ¿Qué te parece una vuelta al origen?- propuso.
- Me parece genial - respondió, muy sonriente.
- Entonces coge la copa y a agotar hasta el último minuto.
Entonces, por alguna extraña casualidad, el reloj marcó las dos y cincuenta y nueve. Eran los últimos segundos. Empezaron a oírse voces por todos lados. Algo extraño, realmente extraño sucedió. En aquel momento, la noche decidió volver atrás. El reloj marcó las 2:59 y los últimos segundos... docenas de caras centraron su mirada en la pantalla. Cinco, cuatro, tres, dos, uno y... Sí. Las dos de nuevo. La gente estalló en gritos de alegría al ver aquel milagro que sólo podía ocurrir en un día como aquél. Casi todos los que estaban allí, vivieron de nuevo una hora más. Ellos, no. La noche y ellos no vivieron una hora más, si no una vida entera que volvía a empezar.
P.D: No espero que se entienda, si no que guste. Sencillamente, me apetecía escribir.

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