domingo, 16 de agosto de 2009

Suiza.


En Suiza tienes que pagar por todo, hasta por respirar. Nada más pasar la frontera de Alemania, ya debes comprar la llamada "vignette", una pegatina para poder usar las autopistas del país. Treinta euros, aproximadamente. Cuando llegas a Basilea, una ciudad bañada por el Rhin, un día de verano a mediodía, hace calor y quieres tomar algo. Un helado de dos bolas del tamaño de dos canicas : cinco euros. Cuando estás empezando a saborear algo parecido al chocolate, ya te lo has terminado.

Y así con todo. Esto lo convierte en un país exclusivo, solo al alcance de unos pocos bolsillos. Así se puede ver que son muchos los millonarios que viven en Suiza, el paraíso de los bancos. Schumacher, Tina Turner, Audrey Hepburn, Celine Dion, Freddy Mercury... viven o vivieron aquí, disfrutando de una vida tranquila y alejada de la prensa.

En la otra cara, se encuentran los inmigrantes ilegales, venidos de países africanos principalmente. No tienen fortunas que gastar, ni enormes mansiones que comprar. Buscan trabajo y una vida digna.

Estas son las dos caras de Suiza: millonarios y inmigrantes. Ricos y pobres. Suena familiar, ¿verdad?

No hay comentarios: