martes, 6 de octubre de 2009

Los tiempos que (nos) están cambiando.

Decían que nunca pasaría. Que la rutina nos mataría, o que acabaríamos matando a la rutina. Nunca creímos que siempre fuese quizás, que un no rotundo fuese un sí absoluto, que un imposible fuese lo más probable. Confiábamos en que quien nos cuidó, nos cuidaría. Ni nos imaginamos que quién nos consoló también necesitaría ser consolado. Jamás se nos ocurrió que se invertirían los papeles. ¿Tú bebé, yo de adulto...? El de ahí arriba acaba de desordenarlo todo o se ha vuelto loco.
Estaba seguro de seguir en la línea por muchos años, que los cambios vendrían en cuando empezase la universidad y que hasta entonces, vida simple y de novela barata. Fui escéptico cuando oí que la verdad era mentira, que la mentira era verdad y que nada de lo que habíamos vivido hasta entonces se parecería a la que se nos venía encima. Siempre pensaba que mañana nos levantaríamos, desayunaríamos y a clase. Que los viernes al bar, los sábados a salir hasta la madrugada y los domingos comida familiar.
No nos gustan los cambios normalmente. ¿A mí tampoco eh? Sobretodo si no los elegimos nosotros. Y, más aún, si se producen varios seguidos. No estamos preparados para asumirlos al momento, necesitamos nuestro tiempo para asumirlos. Pero supongo que son necesarios y no tenemos otra opción que aceptarlos. Son retos, al fin y al cabo.
Afortunadamente, también nos equivocábamos cuando creímos no estar preparados para asumir responsabilidades. Y que sí estamos listos para callar, cuando en realidad tienes unas ganas increíbles de hablar. Andarnos con menos exigencias. Que también podemos arrancar una sonrisa al que más lo necesita. Que lo que hacemos repercute demasiado en nuestro entorno. Que somos hasta cierto punto, libres. Que aún siéndolo, somos capaces de optar por lo correcto y no por lo que nos conviene. Que a ayudar se ha dicho. Que a madurar, que ésa es la palabra. Tampoco creí(mos) madurar tanto en tan solo un mes.
P.D: Sí. Tenías razón. Tenías razón al creer que times are a-changin' no era la primera canción en el reproductor de música por casualidad.

No hay comentarios: