miércoles, 3 de febrero de 2010

La playa más alta de Europa.


En el departamento de Las Landas, se encuentra uno de los sitios menos conocidos y quizás más sorprendentes de Europa. Se llama La Gran Duna de Pyla.


La descubrí por casualidad en un libro de fotos y ya que iba a ir a Las Landas, lo buscamos en el mapa. Dar con este lugar fue difícil. Si bien es el orgullo de la ciudad de Arcachon, la dificultad de encontrarlo se halla en el hecho de que esta duna se sitúa entre un bosque interminable de pinos. Este bosque se extiende a lo largo de toda la Costa de la Plata.


Pyla proviene del gascón Pìlat, que viene a significar "montón". Y realmente eso es lo que parece, una enorme masa de arena oculta entre árboles, que sorprende (y mucho) cuando se ve por primera vez. Tiene unos ciento veinte metros de altura y varios kilómetros de largo. Lo curioso de esto, es que no se ve ni desde la ciudad ni desde las cercanías, por lo que hay que encontrarse en el mar o en frente de ella para poder verla.


Se sube por unas escaleras interminables. Pero merece la pena. Allí puse yo mi toalla y me tumbé a los primeros calores de Junio. Tuvo un punto de idílico, si digo la verdad. Estar jugando a las palas a estas alturas, el Sol dorando la piel, viéndolo todo en treinta kilómetros a la redonda... Pues qué quieres que te diga; no tiene precio. Estuve horas haciendo el payaso, rodando cuesta abajo por la duna; tampoco era peligroso. Cuando dejabas de rodar, parabas suavemente sobre la arena, una arena fina y sedosa como nunca había podido palpar.


Una reminiscencia de la infancia, del verano y de los buenos momentos. También uno de mis mejores días de "playa" hasta hoy. Sin duda, mereció la pena.



(Fotografía: una de las formas tan particulares que tiene la gente para bajar la duna. Es costumbre que, la gente que puede, baje caminando por la cara este, con una fuerte pendiente. Yo lo hice corriendo y casi rompo la crisma).

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