sábado, 3 de julio de 2010

El viaje.

Alguien, hace unos quince años, me metió en la cabeza una idea, una palabra: InterRail. Desde entonces y hasta ahora, siempre he querido hacer este viaje. Tenía que ser el año de los 18, es decir, el verano de 2010. El verano que parecía que no llegaba y se ha presentado de repente (y menos mal). Llevo años deseando cumplir la mayoría de edad solo para poder irme por ahí y decir: puedo hacer lo que me dé la gana. Si bien es verdad que yo lo pensaba como algo más caótico y sin ningún tipo de planificación premeditada, no me ha decepcionado. En parte lo es y en parte no.
Nunca me ha gustado la planificación y la organización, yo era más de ir a lo loco y sin saber bien qué iba a hacer. A la aventura. Demasiado a la aventura. Y si no que pregunten por mi casa y mis "excursiones" con tres años.
Pero es evidente que ahora las cosas han cambiado. Me he sorprendido con mi propia organización durante estos dos últimos meses. He compaginado absolutamente todo, teniendo tiempo para hacer tantas cosas que, si lo pienso, me parece imposible. Quién nos mira y quién nos ve, joder... aunque supongo que yo he tenido un poco de culpa, ¿no?
Mañana será el último día que pise España en un tiempo, así que me despido por un mes. Ahora solo me queda cruzar los dedos y que no salga decente. París, Amsterdam, Munich, Praga, Florencia y Niza nos esperan. No será un viaje cualquiera. Será el que recordaremos dentro de unos años con una sonrisa, el del año en que empezaremos una nueva fase. Distinta e inevitable, sí, pero también emocionante. Es el viaje.
¡Feliz verano a todos!

1 comentario:

Sofía Haltrup dijo...

Todos empezamos nuevas fases ahora. Unos viajando y otros descansando. Espero muchísimo que te lo pases de miedo Borja! :)
Un beso!